Informe Galápagos: Alianza vital

Por Paula Tagle
27 de Septiembre de 2015

Esta iniciativa es una prueba de la necesidad de trabajo en conjunto entre varias entidades por el bien de las islas. Cada organización aporta con base en sus funciones, áreas de dominio, experiencia, y gracias a ello, el producto final es completo.

En septiembre 2015 se publicó el “Informe Galápagos 2013-2014”, un compendio de trabajos realizados por varios autores, organizaciones e instituciones sobre la situación del archipiélago en diversos aspectos, analizando sistemas humanos, de manejo marino, biodiversidad y restauración de ecosistemas.

Galápagos siempre ha sido ejemplo de manejo participativo, y desde los comienzos de sus días como Parque Nacional, se ha probado crucial para su supervivencia la estrecha relación entre el Servicio Parque Nacional y la Estación Científica Charles Darwin.

Los documentos del Informe Galápagos lo siguen corroborando. Citaré como ejemplo el que se relaciona a la vigilancia sanitaria de la fauna marina.

En 2013 se estableció un acuerdo biinstitucional entre la DPNG (Dirección Parque Nacional Galápagos) y la FCD (Fundación Charles Darwin) para organizar una Red de Respuesta Rápida ante casos de enfermedad, accidente o muerte de fauna silvestre dentro de la Reserva Marina. Se dispuso entonces “una metodología con protocolos estandarizados, capacitación del personal técnico y participación de la comunidad”. (Carolina García-Parra y Washington Tapia, en Informe Galápagos 2013-2014, DPNG, CGREG, FCD y GC. Puerto Ayora, Galápagos).

La Red de Respuesta Rápida tiene una línea de emergencia que opera las 24 horas del día, cada día de la semana, a la que se reportan los animales accidentados o muertos. Se aprueba la intervención cuando las heridas son ocasionadas por acción humana. Muestras de los animales que perecen se analizan para establecer las posibles causas.

Es triste confirmar que 31% de los casos de mortalidad se debieron a heridas por impacto humano (22% por ingesta de raticidas, 18% por ataques de perros domésticos, 17% por atropellamientos, 9% impacto por hélice). Se reconoce que iguanas marinas, aves marinas y aves terrestres son las víctimas más afectadas por estos elementos.

Lo ocurrido con las iguanas marinas merece especial atención. Desde 2013 se empezaron a reportar extraños incidentes de mortalidad en las siguientes islas: aproximadamente 100 en Santa Cruz, 16 en Española y 82 en Floreana. La Dirección del Parque Nacional Galápagos, junto con la Fundación Charles Darwin, la Agencia de Regulación y Control de la Bioseguridad y Cuarentena para Galápagos han realizado exámenes clínicos completos a aproximadamente 300 individuos.

El personal de la Fundación efectuó 20 necropsias, y la Universidad de la Florida colaboró con análisis moleculares de los órganos lesionados. Aún se esperan resultados y mayores estudios, pero se sospecha un origen infeccioso para esta enfermedad. Y otra vez podría deberse a la influencia humana.

Si bien la Red de Respuesta Rápida fue creada para tratar especies marinas, se ha ocupado también de las terrestres. Pinzones, canarios, iguanas terrestres, perecen víctimas del tráfico en las carreteras, transitadas cada vez con mayor intensidad.

Todavía hay un largo camino por andar, con la necesidad de instalaciones permanentes para la Red de Respuesta Rápida en todas las islas habitadas, contratación de veterinarios, implementación de laboratorios, y en el marco de la biinstitucionalidad. La Red de Respuesta Rápida es un gran ejemplo de trabajo mancomunado entre diferentes organismos y la comunidad. Un sistema de manejo que es incluso parte de la identidad insular, como igualmente lo menciona el informe 2013-2014.

nalutagle@yahoo.com

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