La fiesta austral

La bella ciudad de Cuenca se disfruta de manera especial en este mes.

Los cuencanos son ciudadanos muy orgullosos de su urbe, la cual es un Patrimonio Cultural de la Humanidad marcado hermosamente por su arquitectura, tradiciones y naturaleza.

Y el pasado 9 de septiembre se sumó otro reconocimiento digno de destacar: fue galardonada en México por los World Travel Awards como “Mejor Destino para Vacaciones Cortas en Sudamérica”. Es así, la urbe morlaca es una urbe fascinante y de especial encanto para darnos una escapada relajante que nos reconforte el espíritu.

Los guayaquileños vivimos de manera especial esa cualidad, ya que podemos llegar a Cuenca tras un corto viaje de tres horas por carretera. Esos viajes de seguro se multiplicarán en este mes de diciembre, ya que habrá actos que emocionarán a sus habitantes y visitantes, según anuncia la Fundación Municipal Turismo para Cuenca.

Luces de espiritualidad

Nuestra Señora del Rosario, más conocida como la Morenica del Rosario, fue coronada el 8 de diciembre de 1933 como Reina de Cuenca y del Azuay. Tal coronación fue celebrada la noche del jueves 7 de diciembre, tal como ocurre todos los años, con un festival de luces que convoca a cientos de fieles que colaboraron con la elaboración y la colocación de faroles iluminados con velas en la plazoleta de la iglesia de Santo Domingo y sus inmediaciones.

Pero los brillos iluminan a Cuenca durante todo el mes, ya que desde el martes anterior varios emblemáticos lugares ofrecen un colorido espectáculo que alegra las noches, gracias al apoyo de la Fundación Iluminar.

Dos lugares especiales son la plaza del Otorongo, que aloja un megaárbol navideño de 35 metros de altura (se encenderá por primera vez este martes 12, a las 19:00), y el Portal Regional de Artesanías de Cuenca (PRAC, en Simón Bolívar y Huayna Cápac), donde se ubica un meganacimiento de 9 metros de alto.

Otros sitios iluminados son las riberas y puentes del río Tomebamba, calles del Centro Histórico (Simón Bolívar, Sucre, Gran Colombia, Benigno Malo, Presidente Córdova, Juan Jaramillo, Mariscal La Mar y Tarqui), los parques Calderón, San Blas, San Sebastián, Víctor J. Cuesta y María Auxiliadora, y las plazoletas de El Vergel y de Santo Domingo.

Las luces brillantes y ornamentos navideños también llegarán al Seminario Mayor de Monay, el Mercado de El Arenal, el edificio Centrosur, el sector de los comerciantes de la plaza San Francisco y las parroquias rurales Ricaurte, Cumbe y Santa Ana.

Pase del Niño Viajero

La tradición navideña en Cuenca que más llama la atención de los visitantes es el famoso Pase del Niño Viajero, celebrado cada 24 de diciembre. Este año cae en domingo, con una procesión que se inicia a las 10:00 y termina aproximadamente a las 17:00 para recorrer exclusivamente la calle Bolívar, principal arteria del Centro Histórico de la ciudad.

El denominado Niño Viajero es una imagen del Niño Dios que mandó a tallar doña Josefa Heredia en 1823 y que fue bendecida por el papa Juan XXIII en Roma durante una peregrinación llevada a cabo en 1961 por uno de sus últimos dueños, monseñor Miguel Cordero Crespo. Además, el sacerdote la hizo recostar en el sitio donde supuestamente nació Jesús, en una cueva bajo la Basílica de la Natividad en Belén.

A su retorno a Cuenca, el pueblo entusiasmado le dio a esta famosa escultura el título de Niño Viajero, y desde ese entonces se le rinde culto con mucha pompa en la víspera de Navidad.

Monseñor Cordero heredó la imagen al Monasterio del Carmen de la Asunción con la condición de que sea venerada durante el año en la iglesia del convento y que cada 24 de diciembre sea llevada al pase en el Centro Histórico. Actualmente, la imagen se mantiene en un altar particular en el Coro alto del Monasterio, y el pase es organizado por la Arquidiócesis de Cuenca.

Este acto comienza el día anterior, el 23 de diciembre, cuando la imagen es llevada a la casa de la mantenedora (Rosa Pulla, en el barrio El Vado) para una velada pública, y a la mañana siguiente se celebra una misa a las 08:00 en la Catedral. Luego comienza la procesión principal a la altura de la iglesia de San Sebastián.

En la gran caminata del 24 de diciembre se pueden observar todos los elementos típicos de la celebración: vistosos carros alegóricos, bandas populares, conjuntos musicales campesinos e innumerables niños disfrazados de personajes bíblicos, pastores, gitanos, jíbaros, saraguros, otavalos y mayorales.

Además, año a año se suma la presencia de adultos devotos del Niño Viajero que, también con vistosos atuendos, participan en esta gran pasada que llena de alegría a la ciudad. (M. P.)