Iturbe descubre la pequeña biblioteca de Auschwitz
¿Pudo haber civilización, poesía y libros en medio del infierno de Auschwitz? Pues sí, hubo un resquicio por el que se coló aliento humano, según cuenta el periodista y escritor Antonio Iturbe en La bibliotecaria de Auschwitz, una novela basada en hechos reales acerca de Dita Kraus, la Ana Frank bibliotecaria.
Libros
Una niña que sobrevivió al horror que hoy tiene ya 82 años y vive en Israel, cuya experiencia vital ha recuperado Iturbe (Zaragoza, España, 1967).
En La bibliotecaria de Auschwitz, publicada por Planeta, Iturbe añade algo de ficción a esos huecos a los que la historia no llega, según él mismo explica a Efe, y cuenta cómo la protagonista, Dita Adlerova (Dita Kraus), una niña, consiguió junto con Freddy Hirsch crear en el barracón 31 de Auschwitz una escuela y biblioteca clandestina. Un relato que nació en la mente de Iturbe tras la lectura del libro de Alberto Manguel La biblioteca de la noche, en el que se hacía una pequeña referencia a este lugar clandestino. Luego Iturbe visitó Auschwitz, indagó, buscó, estudió y encontró a esta superviviente, y al final escribió el libro para lanzar esta reflexión sobre la importancia de la lectura, que no es otra que la de que “los libros no salvan vidas, no te dan de comer, ni hacen que el verdugo suelte la guillotina, pero sí ayudan a vivir mejor y hacen al ser, humano”,
En esta pequeña biblioteca clandestina circulaban tan solo ocho libros: Atlas universal, Breve historia del mundo, de H.G.Wells, Gramática rusa, Tratado elemental de Geometría, Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica, de Freud, una novela rusa sin cubierta, Las aventuras del bravo soldado Svejk, de Jaroslav Hask, y El conde de Montecristo, de Dumas.
Títulos cuya lectura conducirá a la propia Dita, a lo largo de este relato, por la vida y obra de sus protagonistas, abriéndose con ello a todo un mundo de experiencias y a una vida a la que ella no tenía acceso. EFE