Comidas rápidas: Nueva hamburguesa
“La nueva hamburguesa incluye carne de Bolivia, tocino grueso algo rústico... Comerla es una experiencia diferente para el paladar, el que tiene la última respuesta”.
No se puede tomar a la ligera una cadena de restaurantes de comida rápida que atiende aproximadamente a 68 millones de clientes por día en más de 36.000 establecimientos, 118 territorios o países alrededor del mundo. La cadena McDonald’s emplea a más de 1,7 millones de personas, bastan estos pocos datos para guardar el debido respeto.
Ahora bien, el gusto individual es algo imprevisible, mis lectores han de tener propias referencias o preferencias. McDonald’s, en Ecuador, se esmera en usar productos nacionales, lo que me parece muy loable, pero considero, hasta donde lo pude comprobar, que no existe una sola marca de mayonesa de altísima calidad en el país (probé todas las que se hallan en supermercados), sigo sin comprender por qué la gente no elabora en casa su salsa propia, siendo una receta tan elemental.
La mostaza llamada de Dijon, en muchos países no es la auténtica. La verdadera es extrafuerte, deliciosamente picante. Las de la marca Maille de pronto llegan a los supermercados, pero suelen haber perdido toda su pungencia, aquella sensación de ardor agudo.
Una vez aclarado eso, probé varios productos, entre ellos la nueva hamburguesa Signature Gourmet, se me hizo notar que ha tenido de parte del público una excelente respuesta, lo que desafía o vuelve de más cualquier crítica mía. La nueva hamburguesa incluye carne de Bolivia, tocino grueso algo rústico, pero crocante, cebolla crujiente, salsa barbacoa, queso suizo, pan artesanal tipo brioche. Comerla es una experiencia diferente para el paladar, el que tiene la última respuesta.
En mi columna insisto siempre en el hecho que mis gustos son personales, mi opinión es insobornable mas la suya puede ser diferente, siempre respetable. Sigo siendo fiel a la hamburguesa de Johnnie Pine’s asada en 1/4 de libra (la posible elección es para mí detalle importante), pero tampoco me convence su mayonesa. En McDonald’s prefiero la tradicional: pan, carne, tomate, lechuga, sin tantos agregados.
Cuando hablamos de gustos, es notorio que muchas personas no aprecian el steak tártaro (carne cruda, huevo crudo, especias, alcaparras, pepinillos), sin embargo, tanto el sushi como el sashimi, los tirados marinados en jugo de limón, los cebiches, nos acostumbraron a consumir productos sin cocinarlos.
Fuera de las hamburguesas clásicas o gourmet, McDonald’s ofrece unas de pollo, batidos, helados de diversos tipos, postres apetitosos, ensaladas de frutas y otros productos de la misma gama. Merece respeto la larga trayectoria de la firma, pues esta cadena de comidas rápidas arrancó en la década de los 40; en 1982 el principal accionista legaba ya una herencia de quinientos millones de dólares. El éxito de la hamburguesa en el mundo entero se vio más que nada porque la mayoría de la gente quería adoptar el estilo de vida norteamericano impulsado por los medios de publicidad, TV, cine, revistas periódicos. Lo propio ocurrió con la Coca Cola (la de un litro y medio cuesta en Francia $ 1,60).
Epicuro siempre prefiere una cerveza, un jugo de frutas frescas, pero en Argentina la acompañan, según me consta, con un Cabernet Sauvignon, un Malbec. Epicuro piensa que el vino y las hamburguesas representan culturas diferentes. Háganme llegar ustedes sus preferencias: lugares, tipos de hamburguesas: sus opiniones son muy importantes para mí. (O)
