En 40 metros cuadrados: Delicias pasteleras

Por Epicuro
12 de Febrero de 2012

“El extraño nombre viene a significar “pan con poca miga”.  Aquella minicafetería tiene en poco espacio los panes que ustedes desean...”.

Por absoluta casualidad descubrí hace una semana un local muy pequeño que alcanzó en menos de ocho meses un envidiable éxito. Supieron allí aprovechar al máximo el tamaño del sitio. Se llama K’awka.

El extraño nombre viene a significar “pan con poca miga”.  Aquella minicafetería tiene en poco espacio los panes que ustedes desean, las empanadas de pollo, carne, choclo, queso, servidas con diversas salsas como guacamole, ají con tomate de árbol y zanahoria, pero desde luego el café puede convertirse en capuchino, mocachino, ahí están jugos naturales, bebidas diversas, hasta el Redbull del que dicen horrores porque contiene glucuronolactone  (sustancia que también se encuentra en el vino tinto). Redbull tiene el visto bueno de 143 países; desde luego, todo exceso debe evitarse, así como sucede con el café o los licores.

K’awka es la idea del local algo íntimo llevada a la práctica; ocupa un lugar estratégico en el kilómetro 2½ de la vía a Samborodón, a una cuadra detrás de La Parrilla del Ñato, drena la clientela estudiantil de universidades, colegios; también la de tres gimnasios cercanos.

Los panes llamaron mi atención por su diversidad, pan de agua, pan brioche de molde, briollos también llamados gusanitos, pan de dulce o mixto, baguette, cachitos al natural o rellenos con queso. Si quieren el más sabroso desayuno pueden llevar a su casa el pan precocido, pues con unos pocos minutos de horno se volverá deliciosamente crujiente.

Todo está hecho en casa y eso incluye el yogur con frutas naturales, los sándwiches fríos o calientes de queso ($ 2,80), el pastel de pollo, el de acelga (Epicuro recomienda). Los niños estarán felices con ciertas especialidades que toman como base la nutella, los muffins de chocolate, de vainilla, las famosas galletas con chocolate que se hacen agua en la boca.

K’awka está pensando con mente japonesa, liberando rinconcitos para las bebidas frías, los azúcares, edulcorantes, las vitrinas donde los panes mandan sus señales, otras que exhiben los diversos tipos de empanadas. Si desean llevar a su casa algo para la familia, tienen allí cheesecakes  de frutilla, de nutella, tortas mojadas, pie  de limón (Epicuro prefiere llamarlo bizcocho).

Me encantó el detalle de las canastas con sus mantelitos de color para que ustedes vayan escogiendo los productos que desean llevar. Creo que muchos negocios pequeños son  más rentables que los grandes porque requieren pocos empleados.  (En K’awka atienden tan solo dos personas). Por ello mismo no hay mejor inversión que un quiosco  esquinero bien ubicado.

No tendrán problemas para estacionar su vehículo, el sector es sumamente tranquilo y apacible. Personalmente me siento atraído por todos los sitios que ofrecen panes o dulces hechos en casa, nunca tuve suerte con la pastelería hecha en gran escala como es el caso de los supermercados. Creo que la mano de obra familiar destila más amor al producto bien hecho.

Es evidente que K’awka puso énfasis en los precios. No gastarán mucho dinero, adquirirán manjares seguros. Cuidado que cierran a las 19:30 de lunes a viernes, y hasta las 20:30 los sábados.

epicuro44@gmail.com

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