Melanoma ocular
Es un tipo de cáncer en el ojo que amerita tratarse a tiempo. La radiación Gamma Knife es una opción.
El melanoma ocular es la malignidad más común encontrada por los oftalmólogos. Surge de los melanocitos que son células que se encargan de la producción de melanina (pigmento que se encuentra en la piel y en los ojos).
Según el doctor Juan Carlos Iturralde, cirujano oftalmólogo y especialista en oncología ocular, esta enfermedad puede afectar los anexos oculares encargados de proteger al globo ocular, como párpados y conjuntiva, y también al iris, cuerpo ciliar y coroides si se trata de un melanoma uveal o intraocular.
Este tipo de cáncer, explica, es más frecuente en los adultos de raza blanca e iris claros y es menos común en los niños. Aunque en nuestro país hay un mestizaje, se ha incrementado el número de melanoma ocular debido a la exposición a los rayos ultravioleta.
Además existen lesiones predisponentes para desarrollarla, tales como la melanocitosis óculo-dérmica (aumento de la pigmentación en el globo ocular y en sus anexos), la melanocitosis ocular que solo involucra el globo que da origen al melanoma intraocular y el síndrome de nevus displásico. La edad promedio más frecuente en que aparece es a los 60 años.
“Recientes estudios indican que mientras más precoz se haga la detección, las posibilidades de preservar el ojo, la visión y la tasa de sobrevida son buenas para el paciente con melanoma ocular”, asegura.
Rayos gamma
El melanoma ocular también puede ser tratado con Gamma Knife o “bisturí” de rayos gamma. Es una herramienta de alta tecnología guiada por computadora, según el doctor Mario Izurieta, neurocirujano y director médico del Centro de Tumores Cerebrales Gamma Knife Center Ecuador.
“Debido a la precisión de rayo puede destruir el tumor dentro del ojo, preservando las delicadas estructuras que se encuentran alrededor”, afirma.
Izurieta agrega que existen muchas publicaciones desde hace más de 20 años que indican la efectividad de los rayos gamma en el tratamiento del melanoma ocular que evitan la resección quirúrgica del ojo, también llamada enucleación.
El tratamiento, dice, es tan efectivo que solo requiere una sesión de rayos y posterior a ello se realiza una estrecha vigilancia de la lesión para evidenciar el control del tumor.
Pero antes de la aplicación, el paciente debe estar en ayuno para la colocación de un marco de estereotipia, el cual dará la ubicación milimétrica del tumor. “Es completamente libre de dolor, dura aproximadamente 60 minutos y al finalizar, el paciente es egresado al reintegro de sus actividades en las siguientes 24 horas”.
Síntomas
El paciente que padece de melanoma intraocular, dice Iturralde, puede presentar con más frecuencia disminución de la agudeza visual (visión borrosa), fotopsias (chispazos de luces) y miodesopsias (flotadores).
En tanto que la persona con melanoma de conjuntiva o párpado se dará cuenta de ello por la aparición de una lesión pigmentada (de color marrón oscuro) que tiene un crecimiento considerablemente rápido o en quienes desde el nacimiento ya tienen un nevus (lunar) y este ha empezado a presentar cambios en su coloración y en su tamaño.
Sin embargo, agrega, en la gran mayoría de los casos el melanoma ocular no produce síntomas y se convierte en un hallazgo casual que hace el oftalmólogo durante el examen clínico. Pero debe apoyarse en estudios complementarios, como ecografía ocular, OCT (tomografía óptica coherente de retina), angiografía fluoresceínica, UBM (biomicroscopia ultrasónica), autofluorescencia y resonancia magnética de órbita y cráneo.
Formas de tratamiento
Según Eduardo Viteri Coronel, el tratamiento dependerá de la ubicación y tamaño del tumor. No siempre es necesario enuclear (extirpar) el globo ocular. “En algunos casos de lesiones pequeñas y ubicadas en el segmento anterior del ojo, puede ser resecado el tumor y conservar la visión”.
Para tratar el melanoma, dice Iturralde, depende del tipo que presente el paciente. Si es intraocular se puede aplicar braquiterapia con placa radiactiva. Es un dispositivo pequeño en forma de disco y cubierto por una capa de oro que contiene una fuente de radiación en su interior (partículas o semillas radiactivas para destruir las células cancerosas).
También se puede realizar la enucleación (remoción del globo ocular) dejando intactos los músculos y el contenido de la órbita, además los párpados, pestañas, cejas y la piel circundante. Esta cirugía está indicada en melanomas grandes que no son candidatos a terapias con las placas y la radioterapia y que además tienen un elevado riesgo de desarrollar metástasis, es decir, se puede diseminar.
Otra forma más accesible de tratamiento es el láser o termoterapia transpupilar (TTT), la cual estaría indicada en melanomas coroideos pequeños que miden igual o menor a 3 mm de espesor. Para que esto sea posible, el tumor debe ser encontrado a tiempo.
En el caso del melanoma de conjuntiva y párpados. La técnica más recomendada es la cirugía de biopsia excisional (extraer todo el melanoma) y en casos más avanzados se emplea la exenteración, que consiste en desarticular o extraer la órbita.
Algunos casos, explica Viteri, pueden necesitar quimioterapia y se están evaluando nuevas alternativas terapéuticas con interferon y medicamentos que inhiben la irrigación de estos tumores. A pesar de todos los avances, en muchos casos si la detección es tardía se debe sacrificar el globo ocular para salvar la vida del paciente.
Iturralde afirma que se pueden usar medicamentos tópicos llamados antimetabolitos, como mitomicina C, 5 fluracilo. El uso de estos agentes es una forma de quimioterapia local o tópica que se administra por tiempo prolongado hasta más de un año. Se indican como terapia en tumores primarios o en los casos en los que exista recurrencia después de una cirugía. Sin embargo, no representan la primera elección en el tratamiento del melanoma ocular.
Invadir tejidos
Para el oftalmólogo Eduardo Viteri Coronel, el melanoma ocular puede invadir tejidos vecinos y también producirse metástasis, especialmente al hígado. Puede, por lo tanto, causar mortalidad, que es variable dependiendo del tamaño y la ubicación del tumor.
Supervivencia
Se estima que un melanoma de iris tiene el 95% de posibilidades de supervivencia, pero cae al 50% en casos de melanomas que afectan el segmento posterior del ojo, pues como son de difícil detección pueden crecer significativamente antes de ser diagnosticados, según Viteri.