Océano para ellas

La 10ª Copa Galápagos, que tendrá lugar del 9 al 18 de octubre partiendo desde Salinas, contará con el primer equipo femenino en sus 30 años de historia. El mar será su gran destino.

La guayaquileña María de los Ángeles Fernández (18 años) visitará por primera vez las Islas Encantadas en pocos días. “Mi sueño siempre ha sido ir a Galápagos, me encanta la naturaleza, pero no quería llegar por avión, quería ir navegando, porque esta es una actividad especial, que se sale de lo ordinario, ves cosas extraordinarias, animales marítimos (ballenas, delfines, tortugas), el agua que brilla por la noche”, indica la miembro más joven del primer equipo femenino que participará en esta carrera náutica.

Inge Campoverde (40 años) es la armadora del equipo, es decir, la persona que organizó la tripulación, contactó a las demás participantes, contrató la embarcación (es alquilada), lideró la obtención de auspicios y consiguió los uniformes. “Siempre nos ha gustado el océano, todas hemos sido navegantes desde pequeñas, pero los veleros oceánicos (naves más grandes) han sido limitados para las mujeres”, indica.

Esta fascinación por el mar la llevó a decidirse a principios de este año a conformar un equipo femenino que participe en esta exigente regata. “Aunque sí ha habido mujeres en la tripulación de veleros oceánicos, en el Ecuador no ha habido una tradición femenina de navegantes en este tipo de naves, así que cuando Inge nos contactó para participar en la regata nos pareció algo maravilloso”, comenta Annabella Correa de Perotti (47 años), presidenta de la Federación Ecuatoriana de Yachting y también miembro del equipo.

“Me apasiona el mar, el viento; la gente que navega son damas y caballeros de mar. Me siento privilegiada de participar en esta competencia”, agrega Annabella. “Mi esposo navega. Mis hijos navegan. Toda mi familia navega, soy mamá de navegantes”, agrega ella, quien viene de Manta.

El cuarteto de ecuatorianas en el velero Garufa lo completa Arianna Villena (22 años), quien es la navegante con más logros deportivos. Hace cinco años ganó la medalla de oro en los Juegos Bolivarianos (Salinas), en el 2013 quedó en 12º lugar en el Mundial de Velerismo categoría sunfish (Delaware, Estados Unidos) y en el torneo Sudamericano del año pasado obtuvo el octavo lugar de mujeres.

“El velerismo es una pasión que te atrapa, pero también es un deporte muy exigente. Para definir una estrategia hay que anticipar los cambios de viento y en función de eso tomar una decisión para maniobrar las velas”,  señala esta joven deportista guayaquileña.

Ella se encuentra muy emocionada de participar en este equipo femenino que será pionero en la Copa Galápagos, y también la motiva compartir el velero con sus compañeras ecuatorianas y cinco extranjeras.

Inge Sotomayor explica que para completar la tripulación tuvieron que contactar a veleristas de otros países. “No había suficientes navegantes de elevado nivel en el Ecuador, así que se corrió la voz (en Sudamérica) de que necesitábamos más integrantes para participar en la Copa Galápagos y recibimos las carpetas de varias aspirantes”, comenta.

Así escogieron a las argentinas Karen Bosch (capitana del equipo, por ser la más experimentada), Francisca Guerrero y Gabriela Urristi. Las chilenas son Aurelia Zulueta y Josefina Eluchans.

Ellas complementan un equipo que cumplirá el viaje de sus vidas, ya que Galápagos es un destino de velerismo muy añorado internacionalmente. Esa experiencia las llevará a navegar durante agotadoras horas, dormir por turnos en el estrecho velero, dividirse las actividades y realizarlas coordinadamente, y vencer el cansancio de una regata que durará diez días.

“Para navegar hay que tener conocimiento del viento, las corrientes, las mareas, las estrellas. Pero todo depende del viento; a más viento se necesita más fuerza, más agilidad, más trabajo en equipo, más coordinación”, comenta María de los Ángeles, quien junto con sus compañeras logrará cumplir su sueño de llegar a las islas Galápagos de la mejor manera que cree posible: navegando.