El parque ofrece a sus visitantes una vista hacia el río Hudson.
En Nueva York Construcción ‘al natural’
El parque New York High Line revive rutas férreas abandonadas y otorga a sus visitantes un recorrido a diez metros de altura por paisajes maravillosos de la zona de Manhattan.

LA VEGETACIÓN fue diseñada y escogida por el diseñador holandés Piet Oudolf..
Originalmente, el High Line (línea elevada) fue una línea férrea construida en 1930 para sacar de la ciudad el tránsito de trenes de mercancías, pero dejó de funcionar en 1980. Diez años después, en 1990, esta estructura estuvo a punto de ser demolida y para evitarlo dos vecinos del lugar, el periodista Joshua David y el pintor Robert Hammond, fundaron la organización Friends of the High Line (FHL) para intentar salvar el espacio y decidir qué hacer con él.
Poco a poco se sumaron a ellos otros neoyorquinos anónimos y famosos como el actor Edward Norton, que se convirtió en la cara mediática del proyecto.
Gracias a esa gestión, en el 2003 se llamó a un concurso público para restaurar y transformar este trayecto aprovechando el hecho de que atraviesa varios barrios del oeste de Manhattan. Estas vías lo hacen a casi 10 metros sobre las calles de una zona de gran auge: los distritos de Chelsea y Meatpacking.
De entre todas las propuestas que se presentaron, en total 720, la de James Corner Field Operations y Diller Scofidio + Renfro, resultó ganadora. Su idea se inspiró en las malezas que crecieron entre los rieles luego del abandono de la vía y se planteó a través del concepto de agri-tecture: parte agricultura, parte arquitectura.
Es decir, que el pavimento del parque actual permite el crecimiento de vegetación a lo largo de varias áreas del recorrido, lo que supone la combinación de senderos de cemento con plataformas de madera y un entorno de vegetación natural, todo ello manteniendo los rieles en su ubicación original.
En el 2006 comenzaron los trabajos para la reconstrucción del primer tramo. Para ello, hubo que retirar la estructura original: los rieles, la tierra, las bases de cemento con el fin de asegurar y reparar concienzudamente todo el espacio sobre la que se asentaría el parque, y añadir impermeabilización al acero y cemento, y un sistema de drenaje que el antiguo uso de las vías no precisaba.

RECONSTRUCCIÓN se consiguió gracias a la gestión de Highline Friends, fundación constituida por vecinos del barrio de Chelsea, Nueva York.
Esta primera parte del parque, que va desde la calle Gansevoort hasta la 20 (unos 2,5 km), se abrió al público en junio del 2009 y la segunda acaba de estrenarse el pasado 7 de junio de este año.
Los muebles que se encuentran a lo largo del parque son obra de la diseñadora y paisajista Lisa Switkin. La madera de ipe brasileño fue elegida por su longevidad, y traída de un bosque certificado por el Forest Stewardship Council que asegura una correcta utilización de los recursos naturales.
Incluso la vegetación que se aprecia en el parque fue planeada con cuidado. El cultivo de los 210 tipos diferentes de plantas comenzó en otoño del 2008, seleccionando especies que necesiten menos mantenimiento y lucen mejor en todas las estaciones. El paisaje fue diseñado por Piet Oudolf, autor entre otros del Battery Park, se inspira en las plantas que crecieron en los rieles elevados y sus alrededores durante los 25 años en que las vías estuvieron en desuso.
El parque está abierto todos los días de 07:00 a 22:00. Pero no todos están invitados: están prohibidos perros, bicicletas y patines.E

LOS RIELES ese mantuvieron en los lugares originales, elavados a unos diez metros de altura.

SECCIÓN 3 del New York High Line Park.
Fuentes: www.thehighline.org
nuevayork.net/high-line