›› tante compleja, significa poder cambiar las estructuras moleculares de los textiles a gusto del usuario. Investigadores de la talla de OMsignal, la compañía tecnológica detrás de las primeras prendas inteligentes, la re vista ...................... están explorando esta posibilidad. No es posible imaginar ese futuro sin una necesaria revolución sostenible en la moda, dice el Foro Económico Mundial, que reconoce cinco iniciativas en marcha para lograrlo. La primera tiene que ver con un cambio en nuestro comportamiento, enfocado a tomar decisiones más a conciencia. Un buen indicio es empezar a comprar en las tiendas de segunda mano. En segundo lugar, estimular la colaboración a escala: cuando las marcas comparten herramientas y aprenden del otro para reducir sus desperdicios o descargas de químicos, entre otros. Una tercera vía es la innovación circular. Incluye el reciclaje y transformación en los procesos de la moda para cerrar la brecha entre el producto final y los desperdicios. Un ejemplo de ello son los emprendimientos que procesan los residuos de las cosechas en fibras te x t i l e s. Un cuarto ámbito para el cambio es la transparencia de la industria de la moda, para poder conocer sus verdaderos impactos. Los consumidores queremos saber quién hace nuestra ropa, si su salario es justo y si su lugar de trabajo es respetuoso con ellos y su entorno. Pero no siempre la información está disponible. Eso cambiará pronto, es más, las marcas que no compartan esta filosofía perderán sus clientes. Por último, dice el Foro Económico Mundial, la batuta de la moda la tienen en este momento los artesanos, investigadores e ingenieros. “Están reviviendo y apreciando activamente las técnicas locales y regionales más tradicionales, así como desarrollando tecnologías de vanguardia o fusionando lo viejo y lo nuevo”. (G. Q.) ANDRÉS CUESTA STAGG*, ESPECIAL PARA LA REVISTA El futuro que nos toca vivir El futuro no se detiene y suele venir acompañado de esperanza y temor. Una constante que encontramos al tratar de visualizarlo, desde creadores de sagas fantásticas hasta CEO de las principales empresas del mundo, es el rol que jugará la tecnología en el día a día. Desde Spot, el robot de cuatro patas diseñado por Boston Dynamics para uso en espacios interiores o en la intemperie, capaz de hacer de mula de carga manteniendo perfecto equilibrio, resistente a empujones o patadas, hasta las manos mecánicas del laboratorio OpenAI, fundado, entre otros, por Elon Musk, capaces de ejecutar (por ahora) funciones motrices básicas y algunas que van un poco más allá gracias a su programación de aprendizaje constante, es difícil muchas veces distinguir entre amenaza o ayuda. ¿Es este el inicio del fin para vastos campos dominados actualmente por la mano de obra humana? Durante mi tiempo como estudiante universitario, recuerdo la siguiente pregunta hecha en clases: “¿Es seguro abrazar y adaptar al uso cotidiano toda nueva te c n o l o g í a ? ”. Una inquietud válida en especial porque desde esos tiempos acá es lo que venimos haciendo y, en la búsqueda del “más y mejor” del desarrollo del mañana, hay de todo, desde filántropos hasta bullies. Luego están los públicos, ¿qué uso harán de estas tecnologías? Por citar un ejemplo, las impresoras 3D pueden crear radiografías con detalle nunca antes pensado, prótesis a precios asequibles, construir viviendas (impresoras tipo industrial están ensayando el ejercicio) y al mismo tiempo pueden elaborar armas de fuego caseras cuya naturaleza las hace imposibles de rastrear. ¿Qué uso le dará el hombre a las tecnologías que aún están pendientes de inventarse? ¿Qué precauciones hemos tomado? Entonces nos encontramos navegando aguas grises. Lo único necesario para adquirir un arma de esta índole es un set de planos. El estadounidense creador de la pistola de resina, Cody Wilson, ha vencido a sus detractores -entre ellos el Estado- en la corte. ¿Cómo? Fácil, él no es un proveedor de armas, tan solo facilita a su público las indicaciones de cómo elaborarlas y, bajo la Primera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, tiene derecho inalienable a la libertad de expresión, bajo cuyo ejercicio está protegida la divulgación de sus planos, cuya aplicación es ya un hecho y un derecho garantizado por la Segunda Enmienda, el derecho a portar armas. Lo que quiero ilustrar con este ejemplo es que hay muchos más factores que intervienen en la transición del trabajo manual del hombre a la tecnología de la máquina, factores sociales, de trasfondo político, factores que ni siquiera imaginamos, sin embargo, esa transición es una realidad que momentáneamente no alcanza el ritmo del caminar h u m a n o. ¿Hemos tomado las debidas precauciones para acoger nuevas tecnologías? No hay respuesta clara y un escenario en el cual se impida el desarrollo de tecnologías resulta burdo, no es una opción. Lo que debemos hacer en el tiempo que tenemos hasta que las máquinas reemplacen el capital humano es capacitar y acoplar la mano de obra convencional a estos nuevos tiempos, que lejos de utópicos son los que nos toca vivir. (O) * Licenciado en Comunicación, Marketing y Relaciones Públicas 76 la re vista ...................... ››
Edición 1000 La Revista
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