E especial

Educación en casa

En algunos países hay hogares que se han convertido en la escuela o colegio de los hijos, cuando por alguna razón no pueden asistir a estas instituciones. Este sistema educativo se conoce como Homeschooling..

Educar a un niño en su propia casa es posible cuando por alguna razón este no puede asistir a la escuela o colegio. Se debe a alguna necesidad educativa especial, por problemas de salud que impida movilizarse, por motivos religiosos particulares, para protegerlos de la violencia o porque los padres viajan mucho, entre otras. Pero, las causas para acogerse a este sistema varían de un país a otro.
Sin embargo, dice la doctora Soledad Ramírez Manrique de Villafuerte, máster en educación, con los niños que tienen una situación especial se debe trabajar paralelamente con profesionales especializados (terapeutas, pedagogos o psicólogos) y llevar un control en casa, tanto como lo indiquen ellos, ya que por más buena intención que tenga un padre en lugar de avanzar en la tarea, puede entorpecer la evolución al no contar con ese valioso apoyo.
“Definitivamente no existe una forma exclusiva de educar a nuestros hijos de una manera integral, en cualquier parte del mundo. Pero existen opciones que dependerán del marco referencial de la familia y su entorno; y todas pueden llegar a considerarse válidas. Una de ellas es la Educación en Casa o el Homeschooling como se lo conoce en otros países”.
Este método fue aprobado en los Estados Unidos en el 2000 y actualmente cuenta con un millón doscientos cincuenta mil estudiantes, quienes se están arrojando a una concepción más tolerante y respetable de la individualidad, según el National Center for Education Statics.
En España y Francia también existen unas tres mil familias que aplican este sistema y en otros países europeos se van sumando poco a poco. Incluso en el Reino Unido tienen una combinación entre Homeschooling y la asistencia a la escuela para ciertas asignaturas. De esta manera pueden aprovechar el uso de laboratorios, salas de computación, salones de música, canchas deportivas, manteniendo una sana relación con otros chicos.
La realidad latinoamericana lo refleja en mayor número México, con más de 395.000 estudiantes, pero existen pocos casos de educación en casa a nivel sudamericano en donde incluso no ha sido aprobada como ley aunque también se la practica. En Ecuador, por ejemplo, está permitida desde octubre 29 del 2009, según el acuerdo ministerial Nº 0515-09.
Para la maestra Carmelina Villegas, ex directora de Educación del Guayas, el hecho de que los niños reciban educación en casa, no quiere decir que se los prive de espacios de socialización, de ámbitos deportivos, culturales, artísticos o ecológicos, entre otros, porque necesitan disfrutar de una buena obra de teatro, de una visita a un museo, a un zoológico, entre otras actividades.
Asimismo, Ramírez considera que el juego no debe verse entorpecido ya que el niño necesita frecuentar a chicos de su edad y de su entorno (comunidad, barrio) y jamás excluirlo porque la parte de socialización que les proporciona una institución educativa no la tienen. Incluso el horario impuesto en casa debe ser respetado y tener flexibilidad, tanto para el alumno y sus padres.

Un asunto de paciencia

Es importante tener claro que el hogar exige de los progenitores tiempo de calidad, energía y mucha paciencia, situación que de no ser así pueden llevar a la segura discontinuidad de la enseñanza, por lo tanto, al fracaso como método alternativo.
El carácter de los padres debería ser similar al de un verdadero pedagogo de carrera, dice Ramírez. “El maestro puede nacer con inclinaciones, pero de seguro se tuvo que preparar para no solamente saber enseñar, sino también saber llegar con su estilo particular a los estudiantes”.
En otros términos el carácter deberá ser una combinación de infinita paciencia, respeto mutuo para lograr la colaboración necesaria y en especial de los tiempos y ritmos de aprendizaje de sus hijos; empleando además una técnica apropiada que considere le pueda dar resultados y, sobre todas las cosas, con una gran dosis de amor.

ACUERDO EN REVISIÓN

Según Bernardo Serrano, director nacional de Innovación Pedagógica del Ministerio de Educación, a partir del curso lectivo 2009-2010 del régimen Sierra y 2010-2011 del régimen Costa se hizo efectiva la opción Educación en casa.

Cuarenta familias se interesaron y diez hicieron oficial el pedido: una del Guayas, una de Chimborazo y el resto de Pichincha. Cinco calificaron.

Para este año lectivo el Ministerio estimó conveniente revisarla considerando estos puntos: la Ley Orgánica de Educación Intercultural que estaba en discusión antes de ser enviada a la Asamblea Nacional; el nuevo Orgánico del Ministerio de Educación ya que el Acuerdo Ministerial 0515 menciona instancias que ya no están vigentes: Dirección Nacional de Educación Regular y Especial, Dirección Nacional de Educación Básica; y finalmente, la necesidad de precisar situaciones que motiven a los padres a optar por Educación en Casa.

El Ministerio, agrega Serrano, prepara un nuevo acuerdo y el respectivo reglamento para su ejecución. Este contempla la descentralización de la opción Educación en Casa, para que la aprobación no sea dada desde la planta central sino desde las direcciones provinciales, y que los menores sean matriculados en un plantel cercano a su domicilio, donde pueda recibir el seguimiento y acompañamiento necesarios. Para mayor información contáctarse con la Dra. Wilma Lascano, Dirección Nacional de Innovación Pedagógica. al (02) 246-6876 / (02) 396-1496.

TESTIMONIO

“Mi esposo, Ignacio Ordóñez, y yo nos acogimos al método de educación en casa porque teníamos un proyecto de inversión en Ecuador que llevar a cabo, por eso nos vinimos de Madrid, a mediados de junio, justo al finalizar las clases del segundo curso infantil de mi Aldo, de 5 años”, cuenta Patricia Álvarez, quien decidió acogerse a este método. Para ello, agrega, se reunieron con el profesor de Aldo para explicarle lo que iban a hacer y pedirle la información de los libros que necesitarían para el siguiente nivel. Los compraron y ahora son los maestros de su hijo.

“En España la educación es obligatoria a partir de los 6 años y mi niño tiene recién 5, por lo que también por esa parte no había problema. Además es muy inteligente, le gusta aprender y hacer sus tareas por lo que nos facilita la labor”, señala esta maestra y madre. Actualmente Patricia e Ignacio viven en Montañita (Santa Elena) y ambos se turnan para enseñarle a su hijo, dependiendo
de lo tan ocupado que esté cada uno.

Para Patricia la ventaja del sistema de educación en casa es el cero estrés, porque no van con prisas a ninguna parte, sobre todo porque se fijan ellos mismos los horarios. Como desventaja asegura que a Aldo le hacen falta sus compañeros para jugar.

“Solo estaremos así por un año, hasta que finalicemos y pongamos en marcha el proyecto por el cual vinimos a Ecuador. Por lo tanto el próximo septiembre se reincorporará a su escuela de nuevo”, asegura Patricia.

TOMAR NOTA

•La educación personalizada ayuda a que los padres y hermanos planifiquen actividades recreativas y deportivas, las cuales sirven para asumir disciplina y responsabilidad.

• Los padres pueden aportar en la formación e información paralelamente y de primera mano, siempre que estén en contacto con las actualizaciones del medio y las nuevas herramientas tecnológicas.

•Un ambiente favorecedor y seguro fomentando los valores familiares al pasar más tiempo en familia y prevaleciendo el papel de los padres como primeros maestros y formadores como desde el primer momento de su existencia.

•Se podrán organizar las vacaciones en familia sin necesidad de depender de los días de vacaciones escolares establecidos curricularmente en el colegio y así también se podrá contar con el dinero extra ahorrado, resultado de no pagar a una institución educativa.

Desventajas
• La enseñanza en el hogar exige de los padres tiempo de calidad, energía y mucha paciencia, situación que de no ser así pueden llevar a la segura discontinuidad de la enseñanza.
•Los padres pueden tener la buena intención de enseñarles a sus hijos en casa pero no siempre podrán tener tiempo de calidad, paciencia de explicar lo que no quedó claro o desconectarse de situaciones en su trabajo y con su familia.
•Se puede perder la organización y disciplina que son la base de todo tipo de aprendizaje.
•Los hijos pueden ser presa fácil y blanco seguro de críticas negativas por parte de otros niños al considerarlos a ellos “raros” y habrá que trabajar la parte psicológica que puede verse afectada..