Ojo con las articulaciones
Hay niños o adolescentes cuyas articulaciones son extremadamente frágiles y sensibles a traumas menores, por lo que les duelen, se inflaman o se deforman con facilidad. Conozca la hiperlaxitud.
Sheyla Mosquera de Calderón
En muchas ocasiones los padres de familia no prestan atención a sus hijos cuando se quejan de que todo el cuerpo les duele, porque se lo atribuyen al crecimiento. Pero no siempre suele ocasionarse por esa razón.
El reumatólogo Mario Moreno Álvarez recuerda el caso de Jenny, una pequeña paciente de 9 años con estos síntomas a quien su pediatra le había detectado el síndrome de hiperlaxitud articular benigna. Es decir que flexionaba o extendía sus articulaciones más allá de lo normal.
“Si bien hay algunas enfermedades que se asocian a hiperlaxitud articular benigna como el Síndrome de Down o el Síndrome de Marfan, entre otras, en este caso en particular no se ha podido demostrar ninguna patología subyacente”.
Jenny usaba mochila con ruedas, zapatos adecuados y no realizaba deporte de alto impacto. Pero en el transcurso del último año escolar presentó dolor periódico en el hombro derecho y contractura muscular cervical, que no mejoraba con analgésicos.
Un día sus padres, por curiosidad, detectaron que el peso de su mochila era de 15 libras, demasiado para Jenny que pesaba apenas 30. Esto equivale al 50% de su peso corporal, lo que significa que ella llevaba una carga exagerada, aun usando una mochila adecuada.
El caso de Jenny, dice Moreno, enseña acerca de la importancia del cuidado articular que tanto padres y maestros, así como los directivos escolares, están en la obligación de prestar atención, en los niños y adolescentes, para así evitar problemas musculoesqueléticos mayores.
Pero Jenny no es el único caso. Un estudio realizado en Guayaquil en el año 2003, en tres escuelas fiscales y con niños “sanos” entre 5 y 12 años, se determinó que el 33% de ellos tenía criterios de hiperlaxitud articular. Esta prevalencia fue similar a otros estudios realizados en Latinoamérica.
En los niños de Guayaquil, agrega Moreno, la hiperlaxitud articular se asoció significativamente a escoliosis (columna desviada), pies planos, párpados caídos, paladar alto y dolor en columna dorsolumbar.
Según el doctor Gustavo Bocca Peralta, médico fisiatra especialista en discapacidad, este síndrome provoca luxaciones y subluxaciones (salida de su posición de las articulaciones). También causa dolor por el sobreuso de las articulaciones y por su mala biomecánica. Por ello es importante someter a los niños o adolescentes a una evaluación fisiátrica exhaustiva que estudia la movilidad articular y evalúa el dolor si lo hay.
Una vez detectada la hiperlaxitud articular benigna, agrega Moreno, lo más importante es asegurar a los padres que este es un problema manejable y que no es una enfermedad grave. También deben conocer que es hereditaria, pues a menudo varios miembros de la familia la padecen. Asimismo es necesario que los padres informen a sus maestros de la escuela sobre este particular para que tomen las debidas precauciones, sobre todo, a los profesores de educación física. Igualmente los maestros deberían evitar enviar tantos libros o cuadernos en las mochilas escolares.
“Debe recalcarse que las articulaciones de estos niños o adolescentes son más “frágiles” y sensibles a traumas menores, por lo que duelen, se inflaman o se deforman con más facilidad”. E
Fuentes: Dr. Mario Moreno Álvarez, reumatólogo. Telfs.: 228-7168, 228-7237 y Dr. Gustavo Bocca Peralta, médico fisiatra especialista en discapacidad. Telfs: 239-7416, (08) 686-6233.
En muchas ocasiones los padres de familia no prestan atención a sus hijos cuando se quejan de que todo el cuerpo les duele, porque se lo atribuyen al crecimiento. Pero no siempre suele ocasionarse por esa razón.
El reumatólogo Mario Moreno Álvarez recuerda el caso de Jenny, una pequeña paciente de 9 años con estos síntomas a quien su pediatra le había detectado el síndrome de hiperlaxitud articular benigna. Es decir que flexionaba o extendía sus articulaciones más allá de lo normal.
“Si bien hay algunas enfermedades que se asocian a hiperlaxitud articular benigna como el Síndrome de Down o el Síndrome de Marfan, entre otras, en este caso en particular no se ha podido demostrar ninguna patología subyacente”.
Jenny usaba mochila con ruedas, zapatos adecuados y no realizaba deporte de alto impacto. Pero en el transcurso del último año escolar presentó dolor periódico en el hombro derecho y contractura muscular cervical, que no mejoraba con analgésicos.
Un día sus padres, por curiosidad, detectaron que el peso de su mochila era de 15 libras, demasiado para Jenny que pesaba apenas 30. Esto equivale al 50% de su peso corporal, lo que significa que ella llevaba una carga exagerada, aun usando una mochila adecuada.
El caso de Jenny, dice Moreno, enseña acerca de la importancia del cuidado articular que tanto padres y maestros, así como los directivos escolares, están en la obligación de prestar atención, en los niños y adolescentes, para así evitar problemas musculoesqueléticos mayores.
Pero Jenny no es el único caso. Un estudio realizado en Guayaquil en el año 2003, en tres escuelas fiscales y con niños “sanos” entre 5 y 12 años, se determinó que el 33% de ellos tenía criterios de hiperlaxitud articular. Esta prevalencia fue similar a otros estudios realizados en Latinoamérica.
En los niños de Guayaquil, agrega Moreno, la hiperlaxitud articular se asoció significativamente a escoliosis (columna desviada), pies planos, párpados caídos, paladar alto y dolor en columna dorsolumbar.
Detectarlo a tiempo
Detectar el problema a tiempo es necesario, idealmente por el médico pediatra o el médico escolar. Lamentablemente, asegura Moreno, poco se conoce sobre el tema y son los médicos reumatólogos, ortopedistas o fisiatras los que conocen más sobre este síndrome.Según el doctor Gustavo Bocca Peralta, médico fisiatra especialista en discapacidad, este síndrome provoca luxaciones y subluxaciones (salida de su posición de las articulaciones). También causa dolor por el sobreuso de las articulaciones y por su mala biomecánica. Por ello es importante someter a los niños o adolescentes a una evaluación fisiátrica exhaustiva que estudia la movilidad articular y evalúa el dolor si lo hay.
Una vez detectada la hiperlaxitud articular benigna, agrega Moreno, lo más importante es asegurar a los padres que este es un problema manejable y que no es una enfermedad grave. También deben conocer que es hereditaria, pues a menudo varios miembros de la familia la padecen. Asimismo es necesario que los padres informen a sus maestros de la escuela sobre este particular para que tomen las debidas precauciones, sobre todo, a los profesores de educación física. Igualmente los maestros deberían evitar enviar tantos libros o cuadernos en las mochilas escolares.
“Debe recalcarse que las articulaciones de estos niños o adolescentes son más “frágiles” y sensibles a traumas menores, por lo que duelen, se inflaman o se deforman con más facilidad”. E
A CUIDAR LAS ARTICULACIONES
Mario Moreno Álvarez recomienda tomar en cuenta estas recomendaciones para cuidar las articulaciones de los niños y adolescentes:
•Evitar cargar objetos pesados (nada que equivalga a más del 10% del peso del niño). Es muy frecuente ver cómo los niños son enviados con mochilas muy cargadas a las escuelas. Esto debe evitarse para prevenir deformidades en la columna o dolor de espalda. Por esta causa ellos están inquietos en la clase y no encuentran posición cómoda en su banca. Se recomiendan mochilas con ruedas.
•Evitar deportes o juegos de alto impacto articular, como fútbol, volei, gimnasia olímpica, pesas, aeróbicos, cheerleaders, entre otros. Este tipo de actividades es causa frecuente de dolor articular en rodillas, tobillos o pies, porque a estos niños o adolescentes se les inflaman los tendones o músculos e incluso pueden hincharse las articulaciones. Por esta razón se recomiendan deportes de bajo impacto articular como natación, bicicleta, caminatas o bailoterapia.
•Hay que cuidar posturas: usar silla ergonómica con respaldar, colchón ortopédico o semiortopédico con almohada baja o sin almohada.
• Usar zapatos confortables y evitar los puntudos o tacones finos y altos para prevenir deformidades en los pies como juanetes o dedos en martillo.
•Evitar el sobrepeso.
•Llevar una adecuada ingesta de calcio.
El doctor Dr. Gustavo Bocca Peralta, también sugiere:
•Evitar estar de pie con las rodillas hacia atrás.
• Evitar posiciones estáticas, es mejor moverse y cambiar de posición frecuentemente.
•Tener precaución con los deportes en los que se realizan giros bruscos como el tenis o el básquet.
•No extender demasiado las articulaciones ya que el sobreuso provoca dolor.
• Evitar los movimientos bruscos en cuello y espalda, es mejor moverse en bloque.
• Programar el trabajo en casos de adultos ya que sufren de fatiga crónica.
•Se aconseja reposo después de ciertas actividades.
• Hay que enseñar a los niños a levantar ciertos pesos utilizando articulaciones grandes.
• Si es necesario el uso de fisioterapia se recomienda el reposo si la articulación está inflamada.
•Se recomiendan ejercicios controlados que no impliquen uso de peso. La hidroterapia es una opción. Incluso hacer natación siempre que no exista problemas de hombro.
Fuentes: Dr. Mario Moreno Álvarez, reumatólogo. Telfs.: 228-7168, 228-7237 y Dr. Gustavo Bocca Peralta, médico fisiatra especialista en discapacidad. Telfs: 239-7416, (08) 686-6233.
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