la re vista 51 An:......................... En 1987, Beltrán trabajó en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, primero como profesor y luego como asesor en temas de Reforma Curricular, y en 1998 ingresó a la Universidad San Francisco de Quito. En el 2009, con apoyo de esa entidad, estudió un Ph.D. para profundizar sus conocimientos en educación superior y ligarla al desarrollo de la sociedad. “Luego de analizar varias alternativas decidí que lo mejor era estudiar un doctorado en Política Pública en alguna universidad de excelencia, pero que se enfoque en un ambiente cercano a la realidad ecuatoriana”. Escogió el Tecnológico de Monterrey (México) y culminó su aprendizaje en el 2010. Beltrán llegó a México en el momento de la crisis económica mundial que golpeó mucho a ese país. Por esta razón, sus compañeros se retiraron y él quedó como único alumno de esa promoción. Ante esta situación, los directivos del programa se enfrentaron a la posible decisión de cerrar el curso, lo que quizás lo habría obligado a regresar a Ecuador. Pero debido a que había realizado un excelente examen de ingreso, decidieron que tomara la mayoría de clases con los alumnos avanzados y los cursos base los hiciera de forma tutorial. Esto representaba para Beltrán un gran reto, sobre todo, porque era el primer extranjero de ese programa. Beltrán obtuvo el título de doctor en Política Pública, el cual es poco común. De hecho, el estudio de las políticas públicas se inicia a fines del siglo pasado. Institucionalizó un premio Según Beltrán, la educación es la base del desarrollo de la sociedad, y los beneficios derivados de esta no están solo asociados a los alumnos, sino a la sociedad entera. “Un país con más personas estudiadas tiene mayores avances tecnológicos que se traducen en mecanismos de producción más eficientes y mayor cantidad de necesidades satisfechas”. En su investigación doctoral descubrió que el nivel de educación sumado a la experiencia es el factor determinante para el incremento salarial de los trabajadores, y que en lo social, las personas estudiadas pueden entender mejor la ventaja de una sociedad más equitativa y pueden impulsar el rechazo a la violencia, el alcoholismo y otros males sociales. También sostiene que la educación permite una mayor participación crítica de las personas, lo que enriquece la democracia. Consciente de estas ventajas, Beltrán cumple con su parte. En el colegio donde estudió institucionalizó un premio de $ 1.000 al segundo mejor alumno (el primero recibe ayuda del Gobierno) para que lo invierta en sus estudios supe riores. Beltrán aspira a continuar con este programa, seguir en la docencia y dedicar más tiempo a la investigación sobre la política pública en el ámbito de la educación y la salud, y vincularse en más aspecto que ayude al desarrollo del país. Con tales decisiones apoya el modelo de excelencia académica que el Ecuador necesita, indica, porque una política pública ambiciosa requiere el aporte de todos los ecuatorianos.pE E E D U C AC I Ó N ESPECIAL de la revista Foto: Carlos Granja Medranda
Revista E - Regreso a Clases
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