A35_ 14_04_2013 LR DOMINGO

Revista E - Regreso a Clases

n:2 Ángela Virginia Herrera Villagómez, 40 años., Lcda. en Educación General Básica. TERMINAR CON LAS IMPOSICIONES La escuela no es 34 la re vista ......................... simplemente un lugar donde se transmiten conocimientos; es un sistema que exige a los alumnos un cierto control sobre su conducta y la ausencia de maestros “todopode rosos”. Desde la experiencia como docente, podemos ver la influencia del mal comportamiento de los alumnos, muchas veces al margen del rendimiento académico. Esto hace que dentro del salón nuestros chicos, quienes vienen de una propia cultura familiar y social, quieran en momentos simplemente desatender las exigencias de la escuela o de su profesor e iniciar una serie de conductas inapropiadas que a falta de un buen sistema pedagógico y metodológico generen que las aulas se conviertan en lugares de “desorde n”. Y este es el terreno en que los chicos pueden hacer valer su “pode r” con imposiciones que crean el caos. Esta actitud de los alumnos puede surgir por m a e s t ro s de masiados restrictivos o carentes de actividades escolares que ge ne re n desafíos, que incluyan ritmos de trabajo adecuados y condiciones motivadoras y estimulantes que los atraigan hacia el aprendizaje. En conclusión, dentro de los nuevos modelos educativos, ellos son gestores principales de su apre ndizaje; puede n proponer y actuar dentro del salón, así, la negociación se vuelve legítima en la interacción alumnomaestro. (L.L.V.) Econ. Franklin Castro, 52 años, profesor de Economía y Finanzas QUE SE ACABE EL PLAGIO Y LA COPIA Principalmente me molesta las trampas que algunos estudiantes intentan utilizar en sus trabajos. ¡Basta de trampas, basta de plagio, basta de copias! Hay que orientar al estudiante a que investigue y transcriba lo que él piensa, así tenga errores ortográficos... Prefiero un error ortográfico a que bajen la información de monografías.com, del Rincón del vago o de Wikipedia. Por eso, siempre procuro que los estudiantes respondan preguntas de opinión como: ¿qué le parece a usted? o, ¿ante tal situación, qué decisión tomaría usted?, que digan lo que piensan. Lo que queremos es que los estudiantes tengan criterio propio, eso es lo más importante. Hay veces en que no es plagio porque se trata de citas textuales y eso lo aceptamos, al igual que la bibliografía, pero allí entra nuestro trabajo como maestros, con la revisión. El mayor perjuicio, cuando se utiliza este tipo de engaños, es para el propio estudiante. Los perjudica tremendamente, porque estamos hablando de que el alumno es un “copión”, y si como estudiante, ya está copiando información para un deber que se le manda... ¿qué será cuando sea un profesional? Por eso siempre les digo a mis estudiantes que yo no estoy para conducirlos a una manera de pensar, sino para mostrarles lo blanco y lo negro, pero ellos tomarán la decisión final, porque serán ellos los arquitectos de su vida. Nosotros no estamos para enseñarles nada, pero sí actitudes de vida. Creo que la institución también debe involucrarse en este objetivo. Los p ro f e s o re s queremos que pare el plagio, porque hay bastante, pero todavía no percibimos que sea un objetivo común de las instituciones. (D.L.) Esta actitud de los alumnos puede surgir por maestros demasiados re s t r i c t i vo s o carentes de actividades escolares que generen desafíos, que incluyan ritmos de trabajo adecuados. Prefiero un error ortográfico a que bajen la información de monografías.com, del Rincón del vago o de Wikipedia. Por eso, siempre procuro que los estudiantes respondan preguntas de opinión. E E D U C AC I Ó N ESPECIAL de la revista


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